mayo 19, 2013

Pongamos orden en este blog

La idea de este blog empezó por una mutua emoción de las blogueras que aquí escribimos (o pretendemos escribir eventualmente) por el sólo hecho de cumplir 30 años.
Treinta.

No se trata del temor por la edad o la "vejez" por venir, ni por la "juventud" que se deja atrás (convendría aquí un largo hiato sobre qué significan para cada una los conceptos de vejez y juventud, pero eso implicaría incluso dos entradas por persona, o al menos una).

Lo cierto es que nuestra "emoción" respecto al próximo cumpleaños se mezcló armoniosamente con una continua rutina de tareas infinitas en el día a día que parecen no finalizar, y una baja enérgica a la hora de escribir, sin olvidar la musa y el duende quienes, aunque les exigimos constantemente se asomen, no llegan.

Tratando de buscar inspiración, nos topamos con una lista de "30 cosas que cada mujer debería tener y saber al cumplir 30 años". Nada original la verdad, lo sabemos, pero nos pareció divertido darle un chance a la lista y plantearnos redactar cada vivencia respecto a cada punto, a ver si la logramos cumplir antes de los 30.

No pretendemos ajustarnos fiel y ordenadamente a cada ítem, pero si algún punto de los allí expuestos logra que aparezca la ansiada inspiración en forma de musa o duende, pues entonces quedará de nuestra parte compartir las cosas que ya tenemos y sabemos, o las que todavía no.

Ese es el plan inicial.

¿Será que así, sólo por diversión, entonces sí llega el Duende de García Lorca?

1 comentario:

  1. Pues sí, parece que sólo cuando es diversión se aparecen los duendes.
    Es que son criaturas TAN laboriosas, que para qué querrían ponerse a trabajar en las cosas de los demás? Ellos salen de sus trabajos a divertirse en el reino humano.
    No le veo otra manera de llamarlos.
    Las hadas (que otros llaman musasà, esas sí vienen a trabajar con uno. O algo así: tú les pides auxilio y ellas vienen a su ritmo y te lanzan lo que convenga a tí y tu momento, no sólo a tus intereses.
    POr eso las llaman caprichosas, creo.

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