enero 17, 2013

Los diciembres pisados


He visto 29 diciembres en mi vida. Mira que son bellos.

 Treinta... Mi mamá sí viva estuviera ya estaría preocupada, no solo de que no tengo el dichoso anillo en el dedo anular, sino que soy mamá y nada de velo y corona. 

Dedicar letras, palabras y fábulas, o cualquier cosa que surja de mis dias, con casi treinta y con los cumplidos treinta a este blog, será entretenido y algo desafiante. ¿Qué he hecho hasta hoy, qué haré a partir de hoy? No prometo que el anillo estará en mis dedos, pero puedo asegurar que cada instante de mi recién nacida vida, lo viviré "inhalado y exhalado" con la profundidad necesaria para sentirme viva. Y no puedo negar que no ha sido agitada hasta el día de hoy. Recuerdo mis diez y mis veinte ¡y ya casi  salto a los treinta!. Los esperaba diferente, pero a tan solo once meses y medio de llegar a ellos me siento muy parecida a todos los anteriores. De niña me imaginé de traje, tacones, bolígrafos en los bolsillos, una plancha para la ropa  y algunos achaques . Estoy realmente satisfecha de que de niño uno imagina cosas estipuladas y restringidas y ya, no suceden. Que lo diga mi amiga "treintañera".

Y voy a empezar como siempre empiezo todo. Haciéndolo.
Esto dice bastante: 1983-2013


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Coméntanos!